lunes, noviembre 24

XII. Hermenéutica del pullover

Sentada ahí, finalmente Caperucita se dio cuenta que con el psicólogo no iba a llegar realmente lejos.
Le dijo que no podía vivir en los cuentos porque no son reales.
Y cuando dijo "cuentos" hablaba de ellos con la misma entonación de los que confunden los mitos con mentiras.
Y es que el pobre había aplanado tanto el volumen de la realidad que ya parecía uno de sus manuales.
Pero había que concederle algo: Si la implicación de la poética narrativa en la psicología humana le rompió la cabeza a más de un filósofo, sociólogo o historiador, no es de extrañar que rara vez haya estado al alcance de chicas en pullovers rojos y mucho menos de los que se dedican a escucharlas cada semana y ni siquiera tienen un diván de buen gusto.
Y después de escribir esto, el Lobo cerró el ordenador sin presionar ctrl+s y se fue con sus amigos a tomar una cerveza.

viernes, noviembre 21

XI ...y nunca.



















Caminaron juntos entre las hojas rojas y amarillas,
y corrieron entre la bruma del bosque real.
Se extraviaron para encontrarse, 
como tantas veces han de volver a perderse.
Es la hermosa contradicción, 
pues Caperucita y el Lobo siempre han estado ahí, 
y nunca.

domingo, noviembre 9

X. Escatología imposible

foto: Sharif Bujanda
Bien visto, el bosque urbano de cada Caperucita y su correspondiente Lobo es el retorno al tiempo primigenio, al paraíso perdido. Es el locus amoenus mitológico en una realidad que no ha perdido al mito como verdad.
La Posmodernidad en los cuentos de hadas no es más que la posibilidad de dar la vuelta al volante y encontrarse cuando uno quiera en el jardín del Edén.
¿Y entonces cómo diablos es la escatología en un mundo así?