XIII.

En todos los bosques del mundo.

XII. Hermenéutica del pullover

Sentada ahí, finalmente Caperucita se dio cuenta que con el psicólogo no iba a llegar realmente lejos.

Le dijo que no podía vivir en los cuentos porque no son reales.

Y cuando dijo "cuentos" hablaba de ellos con la misma entonación de los que confunden los mitos con mentiras.

Y es que el pobre había aplanado tanto el volumen de la realidad que ya parecía uno de sus manuales.

Pero había que concederle algo: Si la implicación de la poética narrativa en la psicología humana le rompió la cabeza a más de un filósofo, sociólogo o historiador, no es de extrañar que rara vez haya estado al alcance de chicas en pullovers rojos y mucho menos de los que se dedican a escucharlas cada semana y ni siquiera tienen un diván de buen gusto.

Y después de escribir esto, el Lobo cerró el ordenador sin presionar ctrl+s y se fue con sus amigos a tomar una cerveza.

XI ...y nunca.

L'automne à Versailles
Foto: À la recherche du temps perdu 

Caminaron juntos entre las hojas rojas y amarillas,

y corrieron entre la bruma del bosque real.

Se extraviaron para encontrarse, 

como tantas veces han de volver a perderse.

Es la hermosa contradicción, 

pues Caperucita y el Lobo siempre han estado ahí, 

y nunca.

X. Escatología imposible

foto: Sharif Bujanda

Bien visto, el bosque urbano de cada Caperucita y su correspondiente Lobo es el retorno al tiempo primigenio, al paraíso perdido. Es el locus amoenus mitológico en una realidad que no ha perdido al mito como verdad.

La Posmodernidad en los cuentos de hadas no es más que la posibilidad de dar la vuelta al volante y encontrarse cuando uno quiera en el jardín del Edén.

¿Y entonces cómo diablos es la escatología en un mundo así?

VIIII Caperucita Posmo Otoño-Invierno

VIII Otoño de cuento

La ciudad en otoño. Las hojas amarillas caen con el viento, justo como en el bosque y en los cuentos. Caperucita y el Lobo se van sintiendo más en casa.

El rojo es un color otoño-invierno, así que tal vez los jeans vuelvan a combinar con la vieja chamarra roja del closet.

VII Burocracia fantástica

En los cuentos de hadas los burócratas son queridos por la gente o simplemente no existen.
Pero por eso son cuentos de hadas.

VI Turismo narrativo

Caperucita vacacionaba y tomaba fotografías.

Entonces se topó una bruja con zapatos azules.

Entonces halló a una princesa con zapatos azules.

Entonces se encontró una bruja/princesa de zapatos azules.

¡Hasta para Caperucita la Posmodernidad es a veces complicada!

V. Existencial

Para el lobo posmoderno el mundo es un gran bosque en donde siempre hay caminos cortos y largos, en donde Caperucita, quien ya sabemos es siempre intempestiva, puede aparecer en cualquier momento, caminando distraída, o en una bicicleta, o en un pequeño auto europeo con quemacocos, o detrás de una pantalla de ordenador.

No es que la historia se repita interminablemente, es que se deconstruye y se narra a sí misma.

Hoy en día el mundo de los cuentos de hadas se ha hecho mucho más complicado, pues empezó a tener rasgos existenciales que nunca antes había tenido.

IIII Intempestiva

Caperucita Posmoderna es intempestiva.
La única forma de ser realmente posmoderno es ser intempestivo.
Por eso para Caperucita, Nietzsche no es alguien que vivió en el siglo XIX, sino alguien a quien un buen día se puede encontrar cruzando la calle.

III

Caperucita descubrió que el probema con su psicólogo es que es demasiado optimista para la realidad en los cuentos de hadas de hoy en día.
El punto es que disfruta de esas sesiones, por lo tanto, alternativamente consulta a un narratólogo (sospecho que sassuriano) para entenderse un poco más a si misma.

II

foto: Sharif Bujanda

Mientras la Caperucita disfruta de los paseos en bicicleta y de las miradas furtivas, el Lobo ha desarrollado un gusto particular por los recorridos subterráneos en el Metro, en donde furtivamente analiza la fauna urbana en su devenir diario.

I

Caperucita posmoderna, después de consultar el calendario y el pronóstico del tiempo de la palm, tomó su chamarra roja para días que no existen (hay dos o tres al año, normalmente), se dijo que era un buen día para salir en bicicleta y se fue, haciendo trabajar la imaginación de los lobos con abrigo y bufanda en las calles.

¿Cuántas Caperucitas y Lobos caben en un cuento posmoderno?