sábado, diciembre 30

18. Caperucita cada año, a regañadientes, va a visitar a su abuela (la verdadera) con motivo de las fiestas decembrinas. El lobo le ha recomendado paciencia y en el camino estar atenta, no vaya a ser que algún entrometido se quiera pasar de listo.

jueves, diciembre 14

17. Como ya dije antes, esta Caperucita es de las que no se dan por vencidas fácilmente y ahora ya es experta en marcar de una dimensión a otra y de un cuento a otro. El lobo por su parte es un poco distraido y a veces termina haciendo trabajo de Cenicienta o conviertiéndose en calabaza a la media noche.

martes, diciembre 5

Los árabes dicen que la Caperucita se llama Leila, el punto es que la pudieron haber confundido con cualquier mujer que use djhab (pañuelo usado por algunas musulmanas en la cabeza)

16. La Caperucita salió de viaje al cuento de al lado.
El lobo -en su ausencia-, bebió el vino que siempre asoma por la canasta en las ilustraciones (obvio, la caperucita original, es decir la medieval, era francesa)
El vino resultó un Chateau Kefraya libanés, vinito de mesa sin mayores pretensiones, pero sabroso.
Ambos decidieron llamar al otro y ninguno supo cómo se marca de un cuento al otro. Las claves de larga distancia en los mundos fantásticos también son complicadas.
Ella, quien no se da por vencida tan fácilmente, buscó indicios de él en los bosques cercanos, aunque sabía que la búsqueda era más simbólica que tangible.
Al final y como de costumbre se encontraron en un mundo que va de los ordenadores a los sueños y de ahi a las fantasíaslejanas.