domingo, diciembre 27

XXXVI De lobos y ovejas

Caperucita sin duda es, más que cualquier otro personaje de cuento de hadas, un sex symbol. Y creo que esto viene de una lectura 'porosa' en el rol que desempeña en las diferentes versiones del cuento: juega sin duda de 'la inocente' y hasta de la 'dama en apuros' pero siempre hay una irresistible tendencia a verla como la antiheroína que se mete a la cama con el lobo. No hay sorpresa entonces en descubrir incluso una femme fatale disfrazada de oveja...

sábado, diciembre 19

XXXV árbol de Navidad

Caperucita, fue al bosque que estaba todo nevado. Buscó el mismo pino de todos los años para adornarlo. Llegó tarde, el árbol ya tenía adornos e incluso luces. Encontró debajo un regalo que tenía su nombre.

jueves, diciembre 17

domingo, diciembre 13

XXXIII versiones

Cuaderno de notas de Caperucita.

A todo el mundo le da por contar mi "verdadera historia".
Por supuesto las Caperucitas de esas historias son todas distintas, de diferentes edades y de distintas características.
Hoy encontré una terrible: es una versión feminista y patética en donde Caperucita es una sufrida, pasiva y reprimida esposa, quien sueña con escapar del Lobo, con quien fue obligada a casarse por su padre, y que tiene como único consuelo mecer la cuna de su hija, la cual quizá un día corra con la misma mala suerte, pero si su suerte es buena, entonces se casará con el Príncipe Azul.
Vomité.
Es terrible ser la proyección psicológica de gente así.

martes, octubre 27

XXXII country

Todo comenzó como cualquier noche de chicas. Como una cerveza de "por fin es viernes" en el nuevo bar que abrieron.
Todo fue de a poquito, con algo inocente, quizá Suspicious minds de Elvis, tal vez fue Love me tender. Blancanieves está convencida en que fue Shania Twain con You're still the one, pero ella siempre busca justificarse, la pobre, por la mala fama que siempre ha tenido.
El caso es que cuando tocaban una de Dolly Parton, Bella ya estaba bailando con un vaquero barbudo, y con las Dixie Chicks, la otra Bella, había decidido que daba igual quedar dormida sobre la mesa del bar o sobre la cama de ese desconocido que también daba igual.
Caperucita se dejaba llevar pegada en el pecho de otro, mientras cantaba bajito Holding him and loving you o tal vez Some broken hearts never mend.
En esa madrugada la música tuvo títulos cada vez menos alentadores: Two more bottles of wine; One more last chance...
Johny Cash, Don Williams o hasta Kenny Rogers. Todos los cowboys sonaban y se veían igual.
If tomorrow never comes fue una de tantas, pero lo cierto es que el mañana llegó y todas disimuladamente guardaron en el clóset las botas y la mezclilla para ponerse los vestidos de cuento de hadas que les corresponden. Maquillaje y Alka Seltzer para la resaca y no hablar de ello hasta la próxima vez.

Coffee black, cigarettes,
start this day, like all the rest,
First thing every morning that I do,
is start missing you

(Chorus)
Some broken hearts never mend,
some memories never end,
some tears will never dry,
my love for you will never die

(music)

Rendezvous in the night,
A willing woman to hold me tight,
But in the middle of love's embrace,
I see you're face

En versión de Don Williams, a las tres de la mañana.

domingo, octubre 25

XXXI disfraz

El único disfraz que siempre le ha venido bien a éste lobo es el de oveja negra.

martes, octubre 20

XXX. manzana No.2

'manzana' por Sarx.


Cuaderno de notas de Caperucita:

Segunda reflexión acerca del asunto de la manzana y el Paraíso perdido.
'Manzana' es tan sólo la manera de llamar al fruto del árbol prohibido, pues en realidad por ningún lado en la Biblia dice que haya sido específicamente una manzana.
-Y sin embargo, él siempre me dijo que, en otoño, mis pechos huelen a manzana!

domingo, octubre 18

XXVIIII actualización

La Lolita de Nabokov* bien vista, no es más que una de tantas actualizaciones del tema de Caperucita. Dolores Haze es simplemente la Caperucita de los 50´s.

*Pronunciado 'Nabókaf' en ruso.

viernes, octubre 16

XXVIII

Con Caperucita y el Lobo al asunto principal siempre fue -sospecho- algo de gula.
Efectivamente -y como todo el mundo sabe- el Lobo se comió a Caperucita. Es decir, se la comió una y otra vez, y ella buena chica que era, siempre tomaba el camino más largo y llenaba su canastita -que solía guardar en la cajuela del auto, o que llevaba en su bicicleta- con vino, queso y demás viandas para el almuerzo en el bosque.
Una de mis teorías es que alguien del Opus se inventó al Leñador para asustar a las chicas de los colegios y para enseñarles que una historia tan felíz siempre puede se arruinada por algún imbécil.

sábado, octubre 10

XXVII Otoño

El otoño y el invierno siempre le han sentado mejor a Caperucita y al Lobo que la primavera y el verano. La primavera trae alergias y el verano calores insoportables. El otoño es una época en donde todo cae del cielo a la tierra: Los últimos y mejores frutos, las hojas, la lluvia, y las reflexiones. Para cuando el invierno llega uno ya está listo para el recogimiento frente al hogar.

lunes, septiembre 7

XXVI


Cuaderno de notas de Caperucita:

Si fue por una manzana que Adán tuvo que salir del Edén, en el fondo los hombres son exiliados que siempre buscan la manzana que los regrese, al menos un instante, a aquel estado paradisiaco.

sábado, agosto 29

XXV.

Caperucita lo que tenía es que estaba aburrida de leer novelas que no dicen nada. Escribir es una opción para cuando uno se aburre de leer o se aburre de ser un personaje de cuento. La literatura tiene más gracia si se comparte y se crea, en un café, en una cama, o en un sillón púrpura en el fondo de una discoteca conceptual... Caperucita tiró a la basura la novela que había comprado y que quería sonar como a Céline o a Henry Miller, encendió un cigarrillo, abrió las ventanas y comenzó con lo de los disparos y el sofá extravagante.

jueves, julio 23

XXIIII La política y los malos ¿del cuento?

De las cosas que el Lobo y Caperucita siempre detestaron en el mundo de los cuentos de hadas son aquellos personajes que creen que por ser miserables tienen el derecho de hacer miserables a los demás (digamos, el ogro), o pero aun peor, que creen que su miseria es pago suficiente por lo que han hecho y lo que sin duda, seguirán haciendo (la bruja del cuento, pongamos). Pero esos personajes tan absurdos y planos solo pueden existir en cuentos fantásticos y no en la vida real y por eso siempre terminan mal en aquellas historias...
¿o lo dije todo al revés?

viernes, julio 10

XXIII Notas

Cuando Caperucita decidió dedicarse a escribir literatura negra tomó el hábito de cargar una libretita, a manera de bitácora en donde tomaba notas de sus reflexiones en el mundo de los cuentos de hadas posmodernos, por ejemplo:

"El mejor argumento en contra de los finales felices, de esos que en inglés contienen lo de "happily ever after", es el tipo del apartamento de al lado que se muere de un infarto, o de un accidente absurdo, quien era más joven que tú y que se murió solo."

lunes, mayo 18

XXII Gracias por el fuego.

Caperucita y el Lobo, con ánimo de concederse una tregua, tomaron asiento en la terraza de un café desde donde se ve el bosque de Vincennes. Los árboles cambian de color según la época del año, y éste parecía ser un bosque en primavera de esos, con una esquina rota. A lo lejos se veían las luces de la feria con sus dos ruedas de la fortuna. Diciéndose que el olvido está lleno de memoria, y en vista que el viento de exilio soplaba más tibio y amable que nunca, tomaron café (a él le gustaba leer la borra) y se leyeron en voz alta fragmentos de un libro quizá sacado del buzón del tiempo.  

lunes, abril 13

XXI. IV

Caperucita entró en la tienda de discos y con sorpresa descubrió que el disco IV de Led Zeppelin estaba entre los más vendidos del mes. No tenía manera de explicar el porqué un álbum de 1971 estaba ahí, pero supuso una vez más que en los cuentos posmodernos cualquier cosa podía pasar. 
Ella ha tenido una relación por demás peculiar con ese disco. Es quizá el que más veces haya comprado y siempre, sin excepción lo termina perdiendo de alguna manera: Una vez lo regaló, otra vez algún idiota lo rayó en una fiesta, otra vez un ladrón definitivamente surreal rompió el cristal de su auto tan solo para llevárselo y dejar los demás. El último se había quedado en casa de Él.
Sabía que después de todo eso tenía el derecho de bajarlo de internet sin pagar un euro, pero siempre fue testaruda con el destino, no regateaba a la vida y jugaba de "de tú a tú" por más que saliera perdiendo la mayoría de las veces. 
Lo meditó ahí frente al estante. Detuvo el tiempo mirando hacia dentro de ella misma a través de la portada del álbum. Pasó por su mente que el último estaba perdido irremediablemente, pero con todo se dijo que todavía no era hora de comprar uno nuevo.

viernes, abril 3

XX Turismo literario

Caperucita siempre soñó con ser personaje de novela  latinoamericana, siempre quiso, -por ejemplo- ver llover en Macondo, visitar Comala, o buscar los trazos de Oliveira y la Maga en París y después en Buenos Aires.
La manera más fácil de cumplir su sueño era visitando la agencia de viajes.

domingo, febrero 15

XVIIII Wolf's Postscript

-Gracias Paty, aunque ya nadie lea poesía.

The Wolf's Postscript to
"Little Red Riding Hood"


First, grant me my sense of history:
I did it for posterity,
for kindergarten teachers
and a clear moral:
Little girls shouldn't wander off
in search of strange flowers,
and they mustn't speak to strangers.

And then grant me my generous sense of plot:
Couldn't I have gobbled her up
right there in the jungle?
Why did I ask her where her grandma lived?
As if I, a forest-dweller,
didn't know of the cottage
under the three oak trees
and the old woman who lived there
all alone?
As if I couldn't have swallowed her years before?

And you may call me the Big Bad Wolf,
now my only reputation.
But I was no child-molester
though you'll agree she was pretty.

And the huntsman:
Was I sleeping while he snipped
my thick black fur
and filled me with garbage and stones?
I ran with that weight and fell down,
simply so children could laugh
at the noise of the stones
cutting through my belly,
at the garbage spilling out
with a perfect sense of timing, 
just when the tale
should have come to an end.



                                         Agha Shahid Ali, The Veiled Suite, 2009.

martes, febrero 3

XVIII Algunos pelos y muchas señales

Caperucita sabía que lo que ella realmente quería hacer era escribir una novela negra, con algunos pelos y muchas señales, con abundancia de verbos, y algunos adjetivos fuertes bien puestos. Para ella Raskolnikov era un personaje de novela negra, pero había que reinventarlo, no porque el original tuviera algo malo, al contrario, porque era demasiado personaje, demasiado bien escrito, demasiado.

El mundo de los cuentos y el mundo de la literatura negra no son muy diferentes hoy en día, de hecho los cuentos medievales ni eran dulces ni suaves ni nada por el estilo. Eran violentos, crudos y simples en la superficie, como la realidad cotidiana.

Buscó 'Raskolnikov' en el directorio virtual.

17 resultados en la ciudad, ningun Rodion Romanovich.

Ya lo sospechaba, dijo, y tomó el teléfono.

jueves, enero 29

XVII. L'œil de chat

"J'imaginais seulement que, soulevant le tablier, je verrais nu son derrière.
Il y avait dans le couloir une assiette de lait destinée au chat.
-Les assiettes, c'est fait pour s'asseoir, dit Simone. Paries-tu? Je m'assois dans l'assiette.
-Je pare que tu n'oses pas, répondis-je, sans souffle.
I fasait chaud. Simone mit l'assiette sur un petit banc, s'installa devant moi et, sans quiter mes yeux, s'assit et trempa son derrière dans le lait..." *
Con mucho cuidado abrió la edición conmemorativa de la Historia del Ojo tal y como la habían concebido él y sus amigos con el pretexto del octogésimo aniversario de la versión clandestina de 1928. Ciento treinta y cuatro ejemplares, con litografías de Masson y con el pseudónimo de Bataille: Lord Auch. No había introducción, ni notas al pie de página, era simplemente un capricho de ese grupo de lobos urbanos que sólo se reunía un par de veces al año durante los solsticios, y en sesión solemne, para dar luz a proyectos extravagantes, raros y un poco dementes.
Abrió el libro en el mismo párrafo que había leído cuando apenas era un adolescente: Esa escena era hermosa. Y principalmente lo era porque sonaba de lo más natural.
Por otro lado, desde entonces ya sabía que la naturaleza vestida tan livianamente asustaba a la gente común y se guardó bien de comentar su hallazgo.
Con los años hizo de sus obsesiones un estilo de vida respetado por las ovejas, compartido con algunos.
Ella había descubierto, quizá sin percatarse, que la máscara no era máscara, pues la gente siempre ve lo que quiere ver y nunca lo que tiene enfrente. Los lobos dejaron de usar traje de oveja hace mucho tiempo.
Pero eso fue hace mucho tiempo, antes que ella cerrara los ojos como todos los otros.





* [Imaginaba que si levantaba su delantal por atrás, vería desnudo su trasero.
En el rincón de un corredor había un plato con leche para el gato:
-"Los platos están hechos para sentarse", me dijo Simone. "¿Apuestas a
que me siento en el plato?"
-"Apuesto a que no te atreves", le respondí, casi sin aliento.
Hacia calor. Simone colocó el plato sobre un pequeño banco, se instaló delante de mí y, sin separar sus ojos de los míos, se sentó sobre él empapando sus nalgas en la leche..."]

viernes, enero 23

XVI El Camino Verde

Comenzaba a lloviznar y ella caminaba por la rue du Chemin Vert
-¿'La calle del Camino Verde'? ¡Y todavía hay quien duda que vivo en un cuento de hadas! ¿Qué clase de nombre es ese? Y más importante, ¿dónde diablos está el número 122?
Los lentes se llenaron de pequeñas gotas de agua las cuales empezaron a juntarse y a escurrir, como cuando las veía en su ventana o en la del café. Un coche negro, idéntico al de él casi la atropella al cruzar la calle. 
Era absurdo ¿de dónde había salido ese idiota?
¿De dónde había salido?
¿De dónde...
¿Era el coche de él?
Después de todo él la había llevado ahí la primera vez, en uno de sus juegos extraños.
Ya sin lentes mojados, echó un vistazo alrededor y no había señales del auto, miró hacia adentro y no estaba ahí. Entonces entró, se bajó la capucha de la chaqueta y dejó que el cabello cayera libre sobre sus hombros.
El encargado pareció no inmutarse. Buenas tardes.
Ella fingió no inmutarse. Buenas tardes.
Había tres hombres, de entre cuarenta y cincuenta años. Tres lobos que la miraron de reojo, sin finjir demasiado y que siguieron hojeando libros. "La clientela habitual de la Musardine" -le había dicho él aquella vez-, la pequeña librería parisina especializada en erotismo "aunque aquí aparece de todo". Dió una vuelta entre las estanterías y entre los clientes. Comenzó a hojear los libros de pin-ups y los de pornografía francesa de principios del siglo veinte. 
Se detuvo. Y detuvo al mundo con ella.
Estaba jugando a tentar al destino. Estaba jugando a caminar los caminos ya andados, y estaba buscándolo, caminando por el bosque, caminando por el Camino Verde de su bosque.
De la sección de clásicos tomó La historia del ojo de Bataille, pagó y salió corriendo, esta vez mirando a los dos lados de la calle antes de cruzar.

jueves, enero 22

XV Le Loup Méchant

Caperucita llegó cansada, harta del tráfico parisino y de toda esa gente en las calles en el proceso carroñero de las ventas de enero. Rebajas en todas las boutiques. ¿Porqué no hacen eso en las librerías?
Por la ciudad hay carteles de Dexter "La serie dont le gentil est le méchant", o "la serie en la que el gentil es el malo". Parece que a los franceses les ha gustado pues muchos hablan de ella y a los que les gusta dejar mensajes escritos por ahí, han aprovechado la camisa blanca del asesino serial más querido de la tele para dejar volar su creatividad: "Faites l'amour, pas les soldes" proclamaba uno que le hizo gracia a Caperucita "Hagan el amor, no los saldos" o algo así que suena bien en francés y que  además parafrasea a Jim Morrison quien a juzgar por el tiempo que lleva enterrado en Père Lachaise ya es un parisino más.
Así, Caperucita llegó harta de las aglomeraciones. Lo primero que hizo fue colgar la chamarra roja en la entrada y quitarse las botas. Tenía el cabello húmedo y rizado y asì se recostó en el sillón de su pequeñísima sala.
Había dos mensajes en la contestadora pero ella sabía que ninguno era de él. "...dont le gentil est le méchant", pensó. Y lo que pasa es que 'méchant' no solo significa 'malo', sino también puede ser 'cruel', 'feroz', o incluso 'travieso'. Por eso es que el Lobo, en francés, ¡es mucho más que feroz!
Sabía que él no llamaría. No después de todo eso.
Sabía que eventualmente tendría que tomar las cartas en el asunto.
Con el control remoto prendió el estereo y se quedó dormida: Love two times baby, love me twice today...

domingo, enero 18

XIIII Big Bad Wolf

Alguien me dijo que todos llevamos un "gran lobo malo" por dentro y al cual, en lugar de negarlo, había que sacarlo a comer de vez en cuando.
Supongo que era su manera de decir que todos tenemos un lado obscuro, pero la figura me pareció especialmente interesante, de hecho estuve a punto de decir que por supuesto, que era lo más normal del mundo, pero después caí en cuenta que más valía no revolver metáforas personales.
El Lobo del cuento es exactamente la representación de cierto lado 'obscuro' de la personalidad humana y probablemente con 'obscuro' no siempre se quiera decir 'malo', sino simplemente oculto, escondido, disimulado. Y efectivamente hay que sacarlo a dar la vuelta, de lo contrario se vuelve ciertamente grande, malo y feroz. ¿No es exactamente eso el fondo de las leyendas de licantropía?
Yo no sé si verdaderamente se pueda domesticar ese lobo, pero sé que se pueden hacer buenas migas con él, pues después de todo es una parte de nosotros y quizá la más libre y astuta, así que conviene tomarlo en cuenta.
¿Qué hace el Lobo de cada quién cuando se le deja salir? ¿O acaso tiene que escapar y después se tiene un gran dolor de cabeza?